Hace un par de años si me hubiera dicho alguien que la solución para mi piel podría ser el chocolate, no me lo habría creído. Suena disparatado, pero sin embargo el chocolate debido a su contenido en antioxidantes y vitaminas nos regala una piel libre de contaminación y notablemente mas sana.
Segun con qué mezclemos el chocolate, tendremos un efecto u otro:
Mezclado chocolate puro en polvo con miel y azúcar obtenemos una mascarilla exfoliante, el azúcar es el encargado de eliminar la suciedad del poro y el chocolate junto a la miel lo hidrata sin aportar grasa en exceso.
Si mezclamos una barra derretida de chocolate puro (el utilizado para fundir) con aceite de almendras añadiremos un extra de hidratación a nuestra piel. Es un remefio para las pieles secas y aconsejable en invierno para recuperarnos de los daños ocasionados por el frío. Si lo que queremos es recuperarnos de los daños que los agentes externos ocasionan a nuestra cara, sustituiremos el aceite de almendras por aceite de rosa mosqueta por sus propiedades cicatrizantes y anti-manchas.
Para finalizar, utilizaremos cacao puro en polvo, un yogur natural, un poco de miel y una cápsula de vitamina E para aportar luminosidad e hidratación a una piel que ha perdido luminosidad ya sea por cambios hormonales, uso en exceso de maquillaje, contaminación... etc.
Todas estas recetas las aplicaremos de igual forma. La empleamos en la zona deseada y dejamos actuar unos veinte minutos, después aclaramos con agua tibia.
Espero que os sirvan de ayuda estas recetas, en la próxima entrada profundizare en los numerosos beneficios del cacao en el campo de la cosmética y como utilizarlo para hidratar el cabello.